Este jueves, el santo pontífice pidió a la iglesia, ser un lugar seguro para todos los niños y adultos más frágiles en el mundo, y reconoce que, para lograrlo, hay que afrontar el desafío que supone “los escándalos de abuso sexual de menores dentro de la iglesia”. El pontífice pidió que se concentren en ayudar a hacer de la iglesia un refugio seguro y hacer que los que acuden a ella, se sientan siempre y donde sea como en casa.
La cercanía con las víctimas de abuso sexual dentro de la institución no es un tema abstracto, aclara el pontífice, y señala que es importante dar a conocer el impacto que repercute en todos aquellos que han sido abusados. Francisco pidió además que, los “frutos” de esta labor sean reconocidos y ver el trabajo realizado por el ministerio de tutelas de las iglesias locales.
📸 Con información de EL UNIVERSAL