Rommel PICHARDO
Tetla de la Solidaridad, Tlax.— Un olor fétido y ropa tirada entre piedras alertaron a un campesino que trabajaba en las inmediaciones del rancho Cuaxamalucan. Su hallazgo terminó por confirmar un nuevo crimen: el cuerpo de una persona fue localizado semi enterrado y cubierto con grandes rocas, en avanzado estado de descomposición.
Los hechos ocurrieron sobre un camino de terracería que conduce a San Isidro Labrador, en la comunidad de José María Morelos y Pavón, como referencia a 1.5 kilómetros de la capilla de San Isidro, atrás del rancho Cuaxamalucan.
El testigo relató que, al acercarse al lugar para realizar sus necesidades, percibió un olor extremadamente desagradable y notó ropa tirada cerca de un banco de materiales donde se extrae tepetate. Por temor, se retiró del sitio, y solo notificó lo ocurrido a las autoridades.
Elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), confirmaron el hallazgo tras recibir el aviso de un ciudadano. En el sitio corroboraron la presencia de un cuerpo oculto parcialmente bajo un cúmulo de piedras.
El cadáver vestía pantalón de mezclilla, playera negra y botas color café. Debido al avanzado estado de descomposición no fue posible determinar a simple vista si se trata de un hombre o una mujer.
La zona fue acordonada mientras personal del Instituto de Ciencias Forenses (INCIFO) realizaba el levantamiento del cuerpo, a petición de la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE), que inició la carpeta correspondiente.
Será conforme avancen las investigaciones como se logre esclarecer la identidad de la víctima y la causa de muerte. De manera preliminar, la Unidad de Investigación de Delitos de Alto Impacto (UIDAI) se ha hecho cargo del caso, dada la forma en que el cuerpo fue ocultado, lo que sugiere un intento deliberado por encubrir el crimen.
