Durante su segunda toma de protesta como presidenta de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH), Jakqueline Ordóñez Brasfeder enfrentó protestas al interior del Congreso del Estado. Ante este contexto, la titular ofreció una entrevista colectiva en la que afirmó estar abierta al diálogo con las personas inconformes.
Brasfeder aseguró que ha existido un acercamiento previo con la sociedad civil y se han atendido distintas inquietudes, aunque activistas manifestaron lo contrario. Añadió que incluso algunas personas cuentan con sus números particulares para agilizar la comunicación y demostrar su disposición al diálogo.
La presidenta expresó que como organismo, la CEDH busca escuchar las voces y atender los proyectos para los tlaxcaltecas, destacando que en todo proceso público siempre habrá opiniones diversas, las cuales deben ser escuchadas y respetadas.
«Mi compromiso es trabajar con responsabilidad, con independencia y autonomía. Mi compromiso es construir desde el diálogo», declaró en un mensaje dirigido a las manifestantes.
En relación con la percepción de que los organismos de derechos humanos favorecen a personas delincuentes, Brasfeder subrayó que su labor se enfoca en la promoción de la dignidad, el respeto a la legalidad y la sensibilidad social.