El municipio cuenta con una de las representaciones de la Semana Mayor, más antigüas y reconocidas del estado transcendiendo por más de siete décadas y con alrededor de diez mil visitantes.
Las mandas de cada representante de Jesús los impulsan a cargar una cruz de más de noventa kilos y caminar con ella siete kilómetros o más. Este año, es el Cristo número cuarenta y tres, pues algunos lo han representado de dos hasta cuatro años.
Para el papel de Jesús de Nazaret, se requiere un trabajo físico, mental y espiritual. Y además de realizar la representación con fe y respeto, han recibido ayuda tanto del párroco, como de profesionales en dramaturgia.