El 25 de marzo de 1911 en una fábrica de Cotton en Nueva York, 146 mujeres murieron debido a que no fueron rescatadas a tiempo de un incendio. Las trabajadoras textiles fallecieron debido a las quemaduras, los derrumbes y la inhalación de humo, además, algunas se suicidaron al no ver escapatoria. Este fue uno de los mayores desastres industriales en toda la historia de Estados Unidos.
La muerte de las obreras produjo que los dueños de la textilera cerraran sus puertas para siempre y para que el caso no se olvidara, miles de mujeres alzaron la voz para generar conciencia.
No obstante, este lamentable hecho generó cambios legislativos en temas laborales y provocó la creación del Sindicato Internacional de Mujeres Trabajadoras Textiles.
Desde entonces, el incendio de la fábrica Triangle Shirtwaist se transformó en una bandera de la lucha por la igualdad de género.
Además, este suceso fue el que desató una gran revolución femenina y, años después, el 8 de marzo de 1975 la ONU comenzó a celebrar el Día Internacional de la Mujer gracias a que muchas mujeres de esa época lograron hacer una diferencia en el aspecto laboral e intelectual.
