Darío Amaro
Sergio Enrique Díaz Díaz, quien fue galardonado con más de 20 premios periodísticos y quién siempre se distinguió como un ser humano sencillo y sobre todo un gran padre, perdió la vida y ahora se encuentra con Dios nuestro Señor rindiendo cuentas.
Checo como lo conocíamos todos los que tuvimos la suerte de tratarlo, murió a los 51años de edad, deja en la orfandad a su querido hijo Nicolás, quien fue su orgullo y siempre lo guió por el buen camino.
Sergio Enrique Díaz Díaz prestó sus servicios como reportero del periódico nacional El Universal y Jefe de Información del periódico líder en la entidad “El Sol de Tlaxcala”.
Siempre se distinguió por sus grandes reportajes y crónicas, que le fueron reconocidos, llegó a ser uno de los mejores periodistas que ha tenido este pequeño territorio tlaxcalteca.
Tuve la fortuna que me hiciera sentir como su hermano, fue un ejemplo para este servidor en la labor periodística que a diario desarrollaba.
Checo era una persona que se quitaba el pan de la boca para ayudar a un amigo a cambio de nada, por lo que se distinguió como un gran ser humano.
Mi hermano no te digo adiós, pronto nos reuniremos para seguir siendo unos grandes amigos.
Estoy seguro que Dios nuestro Señor ya te recibió con los brazos abiertos y siempre te recordaré como un maestro del periodismo tlaxcalteca y un gran hijo, padre y hermano.
Descansa en paz mi hermano Checo.
