Por: Martha Báez
Hola que tal:
Estimados lectores de Estilo Tlax, estoy muy feliz y agradecida con este medio de información y comunicación que nos brinda este espacio, donde de manera semanal podrán leer donde estaremos exponiendo toda la temática emocional, cómo se vive, como se siente y cómo se sobrelleva ante las cargas del diario vivir.
Cómo sobrevivientes de una pandemia mundial, una de las características sobresalientes ha sido la salud emocional. El saber reconocer en nosotros mismos y en otros las emociones sentidas; además de saber manejarlas de manera adecuada.
Dentro del núcleo de la sociedad, la familia, podemos poner en práctica varias técnicas para desarrollar la inteligencia emocional. Cómo cuidadores de la principal educación, nosotros entrenamos la educación emocional de nuestros hijos.
Lo primero es que sepas que desarrollar inteligencia emocional (IE) no es un acto de magia, no es una receta médica y bajo ninguna circunstancia debes pensar que un día o dos se lograría, y menos que una sola terapia, un solo momento o una plática te va a hacer tener un mejor puntaje emocional. Más debes saber que todos podemos ser emocionalmente inteligentes, pero de la misma manera debes estar en una actitud de aprendizaje cada día.
Desarrollar en la familia IE es una actitud constante, de retroalimentación, perseverancia y empeño. En una familia donde se trabaja IE, se aprende a regular la intensidad de la emoción, buscando que se empatice con los demás y que se desarrolle de manera asertiva en cada integrante.Para lograrlo, definitivamente es una oportunidad que solo los padres, tutores y cuidadores podemos desarrollar.
Cómo padres nos volvemos en sus guías, sus terapeutas, incluso de manera más informal sus couches emocionales, les mostramos:
• Cómo ser conscientes y a expresar emociones, muestra como desarrollar un vocabulario emocional y que tengan la confianza para hablar sin ser juzgados o reprimidos, esto es autoconocimiento
• A qué autorregulen sus emociones, en muchas personas las emociones suelen desbordarse
• A tener habilidades emocionales: empatía, tolerancia, asertividad y agradecimiento
• Autoestima, aprender a aceptarnos a nosotros mismos y no depender de las opiniones de otros, desarrollando correcto concepto personal y autoconfianza (autonomía emocional y automotivación)
Los hijos aprenden directamente de nosotros como padres, lo hacen observando, tus momentos de alegría o tristeza, ven tus gestos, tu mirada, tu comportamiento, lo que dices y como lo dices.
Por ello es tan importante que antes de cualquier cosa te conozcas a ti, dedícate a conocerte, como padre/madre y sobre todo como persona
Al conocernos nos permitimos sentir emociones y les enseñamos a los nuestros que sentir y reconocer es normal y está bien. Negar, reprimir o frenar emociones nos lleva al desequilibrio y al malestar, lo que nos genera sensaciones difusas de pesadumbre, inquietud o desazón que no sabemos cómo contener.
Trabaja en tu vocabulario emocional, háblate sinceramente analizaré si estás feliz, satisfecho, preocupado, frustrado, emocionada, nerviosa, etc. Date la oportunidad de reconocer que está haciendo la emoción en ti. El autoconocimiento emocional nos permite expresarnos y permitirá a nuestra familia sentir confianza para hablar de emociones y de sus propias emociones.
Aprende a controlar tus emociones, lo que se logra a través de desarrollar cierta madurez en nuestro cerebro. En un pequeño de 4 o 5 años le enseñamos a controlar sus rabietas, a enfrentarse a la frustración incluso.
En familia es donde podemos estructurar la apropiada IE, la madurez suficiente para enfrentar cualquier situación que se nos llegue a presentar, y unidos ser parte del cambio que esperamos en una sociedad en reconstrucción.
Centro Integral de Desarrollo Personal
Ameyalli
Asesoría y orientación emocional
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