Por: Elsa CORDERO
Ni una más
Quisiera escribir este mes sobre otra cosa, quisiera decir que las estrategias para erradicar la violencia contra las mujeres en México son exitosas, quisiera decir que quienes están al servicio público entienden los temas de género a la perfección, quisiera decir que ya los feminicidios diarios van a la baja, quisiera decir que ya no hay mujeres que desaparecen, quisiera decir todo eso, desafortunadamente no es así y por lo tanto no puedo.
Durante varios días la sociedad mexicana se ha visto informada sobre cobardes crímenes contra mujeres jóvenes, el caso de Debanhi, de cual han escrito -entre muchas- con la precisión, talento y experiencia que les caracteriza Denisse Dreser “Fosa Común” y Leticia Bonifaz Alfonzo “Debanhi, el fondo de la cisterna” y después de leerles, representa para una amateur como yo, el reto de que más decir, porque hay tanto por exigir, tanto por analizar, tanto que reclamar, pero sobre todo tanto que comprometer.
Imagino la desesperación de cualquier madre al no encontrar a su hija, la esperanza que debe acompañar hasta el último momento, esa misma que se desquebraja cuando se reconoce el cuerpo, abandonado a en una cisterna. Imagino el dolor y la impotencia del padre, de la familia al no encontrar respuesta al ¿Por qué?
Sorora y congruente es la exigencia de miles de mujeres en distintas partes del país que exigen justicia, que tienen hartazgo al no sentirse seguras, que no quieren -queremos-más violencia contra las mujeres; movilizaciones por todo el territorio, que visibilizan que algo no está bien, que al tema hay que ponerle atención porque ya basta que en México, ser mujer sea sinónimo de riesgo, de discriminación, de violencia y de no comprender que no somos un grupo vulnerable, sino que somos sujetas de derechos, que somos libres y queremos ejercer nuestra libertad, que tenemos capacidad y ánimo para dirigir nuestros propios proyectos de vida, que queremos elegir, que queremos sentirnos seguras.
La realidad estadística.
Según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2016 la violencia contra las mujeres a nivel nacional tiene un promedio de 66.1%, no hay ningún Estado de la República que este exento a esta lamentable realidad. Diariamente un promedido de doce mujeres mueren al día por ser mujeres y 7 desaparecen.
Por su parte la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE 2021) la incidencia delictiva es mayor en los hombres para la mayoría de los delitos, pero en los delitos sexuales las mujeres son más vulnerables al contabilizarse 8 delitos sexuales cometidos a mujeres por cada delito sexual cometido a hombres. A nivel nacional las mujeres en un 69.5% por ciento no se sientes seguras en las calles, incluso estesentimiento de inseguridad lo registran en su trabajo en un 31.7% y hasta en su casa en un 20%.
Por un lado, los datos estadísticos, por otro, la frecuente información que nos muestra que la realidad en México no es acorde el desarrollo y disfrute de los derechos humanos, todos los días, en diversos estados, se vive el drama de familias buscando a su hija, hermana, sobrina, amiga, etc.
Temas pendientes
Recordemos que este año nuestro país será evaluado, y debemostrar los avances y acciones concretas para lograr que se tipifique como delito el feminicidio en todos los códigos penales estatales de conformidad con la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, se normalicen los protocolos de investigación policial del feminicidio en todo el país y garantice la aplicación efectiva de las disposiciones del derecho penal sobre el feminicidio; también debe justificar las acciones relativas a simplificar y armonizar en los estados los procedimientos de activación del Programa Alerta AMBER y el Protocolo Alba, agilizar la búsqueda de las mujeres y niñas desaparecidas, adoptar las políticas y protocolos específicamente orientados a mitigar los riesgos asociados con la desaparición de mujeres y niñas, como el feminicidio y la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual y trabajo forzoso.
No mostrar avances no es una opción, no generar acciones concretas tampoco.
Que deje de ser cotidiano
Es tiempo de entender que no queremos más desaparecidas, ni asesinadas, es tiempo de dejar los discursos, es tiempo de una exigencia que lleve a la acción real, es tiempo de dejar simulaciones y exigir que cada quien, desde su ámbito de competencia, desarrollo y/o trinchera ya no solo se sensibilice, sino entienda que proteger a las mujeres y hacer efectivos nuestros derechos no es una grata concesión, sino un tema pendiente, urgente, que no puede esperar más.
Mujeres desaparecidas, mujeres asesinadas, mujeres víctimas de feminicidio, queremos que deje de ser cotidiano.
