Por Martha Báez
¿Cuántas veces has escuchado un comentario que te ha hecho sentir mal?, seguramente mas de una ocasión, te dijeron lento, burro en la escuela, demasiado flaca, demasiado gordo, etc., y podrías haber pensado no me afecta, o por el contrario te has sentido deprimid@, triste o frustrado por no cumplir con las normas de belleza sociales y morales. Las emociones que podríamos llegar a experimentar, son el resultado de acciones subjetivas, que siempre están acompañadas de cambios orgánicos- fisiológicos y endocrinos que están desde nuestro nacimiento.
La manera que estamos recibiendo de nuestro entorno la información influye en nosotros físicamente, así como anímicamente, puede ser que estas luchando con subidas y bajadas de peso, con un carácter inmerecidamente fuerte, gritos a tus hijos, frustración en el trabajo e incluso con baja autoestima.
Pero, aunque no lo creas, es algo positivo, se denomina inteligencia emocional. El simple hecho de reconocer emociones es un paso muy grande, muchas personas niegan por tener control, pero el reconocimiento es muy importante. Identifica tus avances en este tema bajo los siguientes puntos:
1. Mi grado de positivismo
2. Puedo dar, y recibir
3. Puedo ser empático
4. Reconozco mis sentimientos
5. Soy una persona positiva
6. Tengo amor propio
7. Tengo motivaciones, ilusión e interés
8. Se tener equilibrio entre exigencia y tolerancia
Ahora, no creas que todo esto se vive al mismo tiempo, de hecho, el plan de desarrollo de la inteligencia emocional es primero descubrir que es lo que estas sintiendo primero, y sé que has tenido uno o dos puntos y te felicito, es un gran avance. Quieres avanzar con los demás puntos, ve a terapia, canaliza apropiadamente tus sensaciones y vive tu presente.
