Pensar, decir y hacer: responsabilidad de la 4T
Vicente Morales Pérez
Los partidos políticos son instituciones de interés público, el artículo 41 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece con claridad los cuatro fines que deben cumplir “promover la participación del pueblo en la vida democrática, fomentar el principio de paridad de género, contribuir a la integración de los órganos de representación política, y como organizaciones ciudadanas, hacer posible su acceso al ejercicio del poder público, de acuerdo con los programas, principios e ideas que postulan y mediante el sufragio universal, libre, secreto y directo”. En las democracias contemporáneas los partidos políticos son instituciones fundamentales para la divulgación de los valores democráticos y para canalizar las diferentes expresiones de los ciudadanos; sin embargo, ha llegado la hora de la transformación para estas instituciones y de esto hoy quiero compartir algunas consideraciones que forman parte del Plan C.
El financiamiento público que reciben los partidos políticos hoy debe ser revisado de manera minuciosa y con una perspectiva de justicia social. Resulta injustificable el presupuesto multimillonario que reciben los partidos políticos ante el rezago social que aún existe en muchos sectores de la sociedad. El presidente de la República Andrés Manuel López Obrador lo ha manifestado en otros momentos “No pueden haber partidos ricos con pueblo pobre”. Ese financiamiento público debería destinarse a acciones de política social y con ello, seguir combatiendo las desigualdades.
Por otra parte; los partidos políticos también reciben un financiamiento denominado “actividades específicas” el cuál está dirigido a acciones de capacitación, investigación y divulgación editorial. Sin embargo, en muchos casos el Instituto Nacional Electoral ha detectado que este presupuesto ha sido ejercido en la opacidad y con acciones sesgadas a favorecer a ciertos proveedores. Los partidos políticos son generadores de ideología, debate y divulgación editorial; eso es indudable, pero los verdaderos tanques pensantes de estas instituciones trabajan desde la reflexión y con el auxilio de las tecnologías de la información y herramientas digitales. Este presupuesto resulta oneroso ante las necesidades de las familias mexicanas.
Los partidos políticos deben ser paradigma de la transparencia y el acceso a la información pública; desafortunadamente muchos de ellos resultan siempre reprobados y ejercen su gasto sin rendir cuentas. Estas instituciones públicas deben rendir informes serios a sus militantes y al pueblo de México; su trabajo y ejercicio del gasto debe ser conocido por todos los mexicanos, ya que su presupuesto surge de las contribuciones de todos. Este recurso público se integra sin importar la militancia o el carácter apartidista de los mexicanos. Los partidos políticos deben ser instituciones públicas con una nueva vida partidista. En el marco de la Cuarta Transformación ha llegado la hora de repensar el trabajo de los partidos políticos.
Sígueme en mis redes sociales.
Facebook: VicenteMoralesPOficial
Instagram: moralesperezvicente