Por Martha Báez
Hay una extraña sensacion cuando conocemos a alguien que nos separa del resto, nos llena de sabios consejos, nos enseñan a compartir, nos suman, ayudan a enfrentar nuestras dificultades, y conectamos de una manera especial con estas personas.
No son necesariamente de nuestra familia, son compañeros de la escuela, que han vivido experiencias similares a las nuestras y nos hacen sentir en casa, puede ser un maestro (a) que con cariño dedica a enseñarnos su asignatura de tal manera que fluye con nosotros, nos hace amar la escuela.
Puede ser una pareja que nos cuida y enseña a amar realmente. Sin embargo, la realidad de las cosas es que podríamos ser nosotros mismos. El puente ayuda a que puedas pasar aún en la tormenta, los peligros de una brava corriente.
Si te cuidas y maduras las situaciones difíciles que has pasado podrás encontrar ser un puente en la vida de las personas y poder ayudar a hacer un mejor mundo. Pero si estás en transición es mejor que recuerdes que puedes ir a terapia psicológica, buscanos, ayúdanos a convertirte en una persona puente.
